En diciembre de
2010, fueron inhumados los restos de la partera María Luisa Martínez de
González, quien fue la responsable de poner sobre aviso a la familia de Silvia
Mabel Isabella Valenzi acerca del nacimiento de Rosita.
Su acción fue
delatada por alguien entre sus compañeros del Hospital Isidoro Iriarte cuando
esto se supo, y por esa razón, se produjo su secuestro. Pero no comenzaba allí
su historia de compromiso militante, sino que ya tenía una larga lista de
antecedentes.
Aquí la nota del
periódico Mirada de Quilmes Oeste, sobre la inhumación de sus restos.
“Inhumaron los
restos de María Luisa Martínez”
María Luisa
Martínez era una de las enfermeras del Hospital Iriarte que desparecieron en
abril de 1977.
La ceremonia se
realizó ayer al mediodía en el Cemenetrio de Ezpeleta, con la intervención del
Equipo de Antropología Forense (EAAF). María Luisa Martínez era una de las
enfermeras del hospital Iriarte que desaparecieron en abril de 1977, cuando
avisaron a la familia de una mujer secuestrada el nacimiento de un bebé en el
Hospital
La subsecretaria
de Derechos Humanos, Lila Manuwall opinó que la historia de María Luisa
Martínez se une a la de Generosa Fratassi, la otra de las enfermeras desaparecidas
luego de avisar a familiares de Isabela Valenzi, del nacimiento de su bebe en
el Hospital Iriarte.
A partir de este
aviso Maria Luisa fue secuestrada al otro día en su casa, mientras que Generosa
Fratassi fue llevada desde el Hospital y recién este año sus cuerpos fueron
reconocidos.
Y el informe que
ofrece la página de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Quilmes:
El día
11-12-2010 sus familiares, amigos y compañeros junto al intendente de Quilmes,
Francisco Gutiérrez y a la subsecretaria de Derechos Humanos. Lila Mannuwal,
encabezaron el acto homenaje que se realizó en el cementerio de Ezpeleta, donde
fueron inhumados los restos, recuperados por el Equipo Argentino de
Antropología Forense, de Maria Luisa Martinez de Gonzalez, partera del hospital
de Quilmes, secuestrada y desaparecida en la última dictadura militar. “Hoy se
está haciendo justicia con quienes la asesinaron a ella y tal vez a la madre de
la niña, pero todavía falta el mayor de los sentidos para ese sacrificio enorme
que fue la entrega de su vida que es la aparición con vida y en el seno de su
familia de esa niña”, manifiesto en parte de su elocución el intendente
Gutiérrez. Durante el acto, Gutiérrez aseguró que “hace bien poder tener un
lugar donde descansen los restos de María Luisa, una compañera militante de
toda la vida, muy querida por todos y que dio un testimonio y un ejemplo en el
mundo cuando sabía, por su profesión, lo que estaba ocurriendo en el hospital.
Tuvo noticias de que una compañera detenida estaba dando a luz, en forma
clandestina por los militares y sabía que su familia no tenía conocimiento de
esto. Fiel a su compromiso ideológico, como profesional y por su profundo
sentido de vida no dudó un momento en hacer conocer que la niña estaba
naciendo, que la madre estaba dando a luz a esa chica y que su familia la conociera”.
Justicia para
María Luisa
La subsecretaria
de Derechos Humanos, Lila Manuwall junto a la hija de María Luisa, María Leonor
González, y sus nietos Lisandro, Francisco y José, detallaron la historia de
María Luisa Martínez, que se une a la de Generosa Fratassi otra de las
enfermeras desaparecidas luego de avisar el nacimiento de Rosa Isabella
Valenzi, la hija de Silvia Isabella Valenzi, en el Hospital Isidoro Iriarte de
Quilmes. En el marco de la Justicia, se tramita una causa por los crímenes y
las detenciones cometidos en el centro clandestino El Vesubio.
Finalmente, el
intendente Gutiérrez aseguró que “Las fieras, animales, hienas, en su momento
no dudaron en hacerla desaparecer, asesinarla y esconder esa niña que aún no se
sabe dónde está. Esa chica tiene que aparecer. Hoy se está haciendo justicia
con quienes la asesinaron a ella y tal vez a la madre de la niña, pero todavía
falta el mayor de los sentidos para ese sacrificio enorme que fue la entrega de
su vida que es la aparición con vida y en el seno de su familia de esa niña que
ella vio nacer”.
Mensaje del Equipo de
Antropología Forense
Todas las
identificaciones tienen sus particularidades. En definitiva, eso es
identificar. Hacer de alguien “N.N.” que quiere decir algo así como “cualquier
persona” una persona determinada. Hoy podemos despedir a Maria Luisa MARTINEZ.
Y con ella, conocer su historia. Y particularmente, la historia de la búsqueda
de Maria Luisa que es una de nuestras primeras historias de búsqueda. Hace ya
muchos años, de la mano de Lila, conocimos a su hija; hace tantos años que por
entonces el ADN no era ni siquiera una esperanza. Por aquellas épocas
tratábamos de buscar datos que nos permitieran confirmar lo que suponíamos: que
la gran mayoría de los N.N. que habían sido enterrados en los cementerios
municipales del sur del Gran Buenos Aires eran las personas que habían
desaparecido en la misma zona.
Tuvo que pasar
mucho tiempo. Tuvo que venir la Iniciativa Latinoamericana (que fue presentada
en Quilmes en un acto multitudinario en La Cañada, con la presencia del
Intendente) para que aquello que era una posibilidad se transformara en
certeza. Para que una de las NN recuperadas en el Cementerio de Lomas de Zamora
fuera identificada como Maria Luisa.
Esto permite
confirmar esa relación: muchas de las personas secuestradas en la zona sur o
llevada a centros clandestinos de la zona Sur (Maria Luisa estuvo en el
Vesubio) tienen que corresponder con los N.N. enterrados en los Cementerios de
Avellaneda, Lomas de Zamora, Ezpeleta, Villegas, La Plata. Pero eso es otra
historia. La historia que hoy venimos a rescatar es la de Maria Luisa, esa
partera del Hospital de Quilmes que no pudo aceptar la exigencia de ocultar un
nacimiento ocurrido en ese Hospital.
Y esa historia
nos enseña que siempre hay formas de negar el terror, el abuso, la brutalidad.
Y no hay mejor enseñanza que esa. Campaña nacional para la identificación de
personas El programa es impulsado por el Ministerio de Salud y la Secretaría de
Derechos Humanos de la Nación y está dirigido a las personas con familiares
biológicos víctimas de desaparición forzada entre 1974 y 1983, y a quienes
tengan dudas sobre su identidad.
El análisis de
la muestra es realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF),
una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro que, a
través de técnicas de la Antropología social y forense, la Arqueología, la
Informática y la Genética, investiga casos de personas desaparecidas o muertas
como consecuencia de procesos de violencia política en diversas partes del
mundo.
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